septiembre 5, 2024

“Cortos finos para tu cabeza” a la vuelta de la esquina

La muestra "Cortos finos para tu cabeza" es una sutil selección de cortometrajes de cineastas guatemaltecos contemporáneos. La tercera edición se llevará a cabo el viernes 13 de septiembre en los Cines Capitol. Platicamos con uno de los fundadores de esta montaña rusa de emociones cinematográficas.

No basta el talento. En Guatemala uno debe de arriesgarse a arar en tierra de nadie y buscar refugio en el hogar de los inadaptados. El inhóspito Triángulo Norte centroamericano exige la operación de encontrar aleros lo suficientemente locos para llevar a cabo empresas artísticas como la organización de una muestra de cine contracorriente. En esta entrevista, Amenothep Córdova, una de las mentes detrás de Cortos finos, nos explica cómo nace esta iniciativa, quiénes la hacen posible actualmente y qué podemos esperar en el futuro del cine made in Guatemala.

La cita es el viernes 13 de septiembre en los Cines Capitol. La taquilla se abrirá desde las 5 de la tarde para que el público pueda adquirir sus entradas, se abrirán puertas de la sala a las 6:30 y el magno evento comenzará a las 7 de la noche. El costo es de Q. 50.00, precio de regalo, considerando que podremos disfrutar de 12 cortometrajes calidad premium y del concierto de la banda invitada, Asimov, al final de la proyección. 

¿Cómo nace esta iniciativa?

Cortos finos nació porque, una vez, con Camila Urrutia, mirábamos que nuestros cortos no entraban a los festivales; dijimos «mano, hagamos una muestra de cortos». Me preguntó «¿tenés alguna idea, algún nombre?»… Estamos hablando del 2016; yo desde el 2010 tenía una idea que se llamaba Cortos finos para tu cabeza, jugando con las palabras de “cortes finos” de las peluquerías, y como antes en las películas de 35 milímetros los editores tenían que cortar y pegar, me gustó esa asociación con “cortar” el pelo. Nació con la idea de darle difusión a nuestros cortos. Esa fue la primera muestra, en 2016; esa vez se presentaron cuatro cortos, uno de Camila Urrutia, otro de Josué García, otro de Evelyn Price, y Los habitantes del aire, que hicimos Pepe y yo.

¿Cuántas ediciones ha habido?

La primera fue en el 2016. La anterior fue en febrero de 2023, y esta es la tercera. Decidí que va a ser anualmente, porque en Guatemala lo que más se hace son cortometrajes, tanto de ficción como documental; todo el tiempo estamos pensando en películas pequeñas.

¿Qué hay que hacer, si eres cineasta, para estar en la muestra?

Creo que no tiene que tardar más de 15 minutos el corto. Que suene bien —normalmente el sonido es lo más descuidado que tienen los cortos, porque la mara no le pone coco al sonido, sólo a lo visual—. Y bueno, hay un proceso de curación, en esta ocasión a cargo de Luisa Urbina, ella es cineasta, productora, directora, y también va a presentar un cortometraje en esta edición. Entonces, primero tienen que ser cortos que tengan sensibilidad o que sean chileros… El otro día me enseñaron un corto… y dije «no», ¿va!… Y no es porque no me gusten a mí, sino que hay cosas que te dicen algo y otras que no. No voy a meter cosas de cineastas que usen el cine y no “hagan” cine: usar el cine como herramientas discursos propagandísticos o políticos, o para difamar, por muy guatemaltecos que sean. Entonces, nosotros no queremos ese tipo de cosas. Pero la gente que de verdad hace cine, que quiere contar algo… pues, como me dijo una vez Julio Hernández «las mejores historias que vos podés contar son las que te pasan»; entonces lo mejor que podés hacer es contar las cosas que a vos te conmueven, que sentís, que te hacen moverte. Esas son las cosas que priorizamos los organizadores, donde también está Beto Collía, que es encargado de la Sociedad Fílmica Iximulew (hace proyecciones todos los martes), él es parte de la curaduría, que somos tres: Luisa Urbina, Beto Collía y yo, en ese orden.

¿Qué podemos esperar en esta edición? 

Yo le tengo mucho cariño a esta sección que me inventé, que se llama Rescatar del olvido, porque son cortos que no han visto la luz… De hace más de quince años, está el de Jen Soto; ella es cineasta de la nueva ola, de “la nueva ola” te estoy hablando del 2000 para acá. Yo la conocí cuando ella ya era directora de arte, haciendo cortos con Chofo Espinosa. Yo en el 2000 ni pensaba que quería hacer esto. Entonces, estudié con ella, y en el 2008 hizo un cortometraje sobre Alberto Serra, que se llama Luz y sombra; Serra es el director de fotografía de las películas de los hermanos Lanuza, los cineastas de los años 70. Es importante verlo porque es un documento histórico. Y también tenemos Diccionario de literatura guatemalteca, una serie de tres cortometrajes del finado Eduardo Spiegeler, que falleció en Nicaragua haciendo lo que más le gustaba, haciendo un documental sobre las manifestaciones.  

Aplastado por un Árbol de la Vida… 

Le cayó un Árbol de la Vida… Y… aquél dejó mucho material inédito, entre ese material encontramos un dvd con estos tres cortometrajes, que es una serie sobre la literatura, sobre gente que escribe. 

¿Quién lo encontró? ¿Pepe? 

Pepe Orozco lo encontró con Carlos del Valle en un dvd. Esos cortos yo los vi hace como ocho años en la casa de Pepe… y yo dije «¿¡Qué!?» Y hasta ahorita están saliendo. Yo le dije a Pepe: es importante que la gente los mire… 

¿Estaban editados? 

¡Sí! Ya estaban así. Yo creo que eran para el proyecto que aquél tenía, Pirata TV, y nunca los sacó.  

¿Qué es lo mejor que va encontrar la gente en la muestra? 

Pues, mirá… A diferencia de la vez pasada, ahora hay más chavas… Normalmente, la gente piensa que las chavas sólo hacen dirección de arte, maquillaje, vestuario… Pero no, en estos cortos hay cinco directoras: Luisa Urbina, Jen Soto, Vanessa Martínez, Natalia Sánchez Pennington, Chain Tumax.  Son cortos muy lindos, muy sensibles, otra mirada, otra forma de hacer cine, y son historias que van a gustar mucho.  

Otras cosas, el corto de Diego Cazali, ése está muy lindo, vos. El de Manu, el de Joaquín Ruano.  

¿Manu? 

Manuel Monterroso. Aquél es un chavito que salió de la Marroquín, de la nueva generación de patojos cineastas, tiene como 23 años… 

Y bueno, nosotros con Pepe Orozco vamos a presentar Sacratávica, que es un homenaje a la creatividad de Joaquín Orellana. Lo exhibimos una vez en la presentación del disco que lleva el mismo nombre, un disco de acetato, que hizo en el teatro del IGA. Entonces, es un homenaje, el maestro va a llegar a la muestra. 

¿Alguna invitación especial, dedicatoria? 

Queremos que la gente llegue para que vea otro tipo de historias. Por ejemplo, Vanessa Martínez tiene 18 años, es la cineasta más joven que hay en el gremio. Ella estudió cine desde hace tres o cuatro años, imaginate, ya a terminar la licenciatura, pero es la cineasta más pequeña que hay. 

¿Vos estudiaste en Casa Comal? 

Sí, en la primera generación, del 2006 al 2009.  

¿Quiénes estudiaron con vos? 

Que ahorita estén haciendo cosas, Axel Moreira, Carlo Pablo, Fernando Álvez, (que es director de arte), Daneri Gudiel, que ya no lo he visto, pero es parte del colectivo Best Picture System, Mimi Ugarte —que ahora está en Italia—. Entramos 67 personas y nos graduamos ocho.  

¿Qué cambios sustanciales vez en el cine guatemalteco desde que estudiaste? 

Ha cambiado mucho, sobre todo la democratización del equipo, ya no es tan caro comprarte una cámara y crear una historia; ahora es más accesible el sonido, hay grabadoras de 1500 quetzales, micrófonos de 2 mil, de 3 mil, ¿verdad? Antes, para uno comprar una cámara de cine era carísimo… Ahora podés hacerlo incluso con el teléfono, que a mí no me gusta eso, pero hay festivales de cortos hechos con teléfono, que, igual lo que vos querés es contar, no importa con qué, sólo con que se escuche bien y se mire bien… Pero sí hay muchos cambios. Yo siento que las primeras historias de los cineastas guatemaltecos tenían mucho que ver con la guerra… 

Con el trauma… 

Ajá, como sanar los traumas de los hijos de la guerra. Después de eso la gente empieza a contar otro tipo de cosas, las historias van cambiando. 

¿Cuál es el corto que te ha parecido más interesante en la historia reciente del cine guatemalteco? 

Mirá, hay un corto muy interesante, Prohibido robar rosas, de Chofo Espinosa, es un corto de comedia. Es bien difícil hacer comedia. La comedia y el terror son difíciles, porque o el terror te da risa, o… 

O la comedia te da cólera… 

Ja, ja, cabal. Entonces es bien difícil… Pero en fin que ese corto es muy bueno. Ese es el que tengo en mente… Pepe hizo también uno muy chistoso, en su tiempo de estudiante, que se llama Sub 28, la liga de los grandes, también hay que verlo. En la etapa del 2006 para el 2012 se hicieron muchos cortos… Podrían rescatarse; ahorita la gente le pone más atención al cine, pero ya es así como de «son cinestas, vaya, vaya», es normal… Antes ser cineasta era así como «¡Ah la… estudiás cine!».

¿Quiénes integran el equipo que organiza la muestra? 

Es un equipo pequeño, pero muy dedicado. Luisa Urbina, que está ayudando a coordinar, a producir, e hizo la curaduría, es importante y esencial para esta muestra, le dio el toque que necesitaba. Alberto Rodríguez Collía, artista, más conocido como Lester Mead, hizo la clasificación de los cortos en Espectáculos Públicos, va a ser el proyeccionista y es encargado del diseño gráfico, de que todo suene bien y de toda la cuestión técnica. También está Bernardo Mota, que es el encargado del sonido de Asimov, la banda indie que va a cerrar el evento. Pepe Orozco, que va a documentar y está editando el spot que vamos a sacar. Hemos preparado una verdadera montaña rusa de emociones, así que como en los 15 años de Rubí… ¡Quedan TODOS cordialmente invitados!

Publicaciones recientes

Festival de Junio 2024

Entérate de las actividades que tenemos para tí
Recomendado
DESTACADO