septiembre 6, 2024

El teatro experimental de las Guardianas

La obra “Guardianas” busca ser una pieza de danza/teatro performático ritual, utilizando un enfoque interdisciplinario para abordar el tema del cuidado de los recursos naturales. Esta temática no solo responde a la urgencia impuesta por la crisis climática, sino que también sirve como metáfora del cuidado del propio territorio y cuerpo, presentándose como una estrategia de resistencia frente a la desesperanza y el desasosiego que generan nuestros sistemas de gobierno.

En un futuro no lejano, debido a la crisis climática que llevó a un ecocidio masivo sin precedentes, surge la resistencia de las “Guardianas”, una red de cientos de células clandestinas conformadas por personas con habilidades extraordinarias. Las guardianas cuidan y rastrean las pocas fuentes de agua que aún quedan.

Platicamos con las “Guardianas”, ganadoras de la iniciativa Espacios 2024 del Ministerio de Cultura y Deportes, quienes acaban de estrenar este ritual escénico transdimensional en la Poporopera (zona 1, Ciudad de Guatemala). Si usted desea ser parte de esta intrépida obra, hay dos fechas más en el mismo lugar (21 y 28 de septiembre). Acompañe a las Guardianas en esta    invocación de la fuerza sagrada del movimiento, el agua, las plantas y la música, y descubra la sabiduría ancestral que llevamos dentro.

¿Cómo nace la idea de la obra? 

Esta idea comienza a tener forma a principios del 2022; veníamos del término de la pandemia… y los miedos alrededor de. Esto trajo mucha nostalgia de cosas que nos gusta hacer: bailar, juntarnos, ir a fiestas en espacios abiertos, poder conectar entre muchas personas con la música. Esa nostalgia de no haber tenido eso tanto tiempo, comienza a ser un generador de la idea: «queremos hablar de esto, queremos darle la importancia de lo que han sido para nuestras vidas los espacios de encuentro, de fiesta, de música, baile, convivencia». Esa fue la idea semilla. Mientras nos vamos juntando, la idea va mutando y se integra el tema de la pérdida del agua; eso va haciendo que cambie la obra hasta lo que es hoy.

¿Cómo fue el proceso creativo de la obra? ¿Todas escriben parte de la obra, o cada quien aporta diferentes cosas de acuerdo a sus habilidades? Digo esto porque sé que vos te dedicás más a la danza contemporánea 

El proceso de escribir comenzó a principios del 2023, nos juntábamos continuamente para saber cómo queríamos entrar en el tema; sacábamos muchas imágenes, simbolismos, entre los conceptos que nos interesaban, y a partir de ahí empezamos a definir quiénes eran estos tres personajes. Como decís, mi experiencia viene más de la danza; cuando vean la obra van a notar más esa exploración en mi personaje. Los otros personajes también bailan mucho, a su manera, desde sus cualidades. Ese año escribimos muchísimo, desde las memorias que cada una tenía. Cuando en el 2024 ganamos el premio de residencias del programa de Iberescena, con este apoyo pudimos aliarnos con Claudia Herrera, quien se vuelve la directora de este proceso, y también a Nereo Zamitiz que es el videoartista de la obra. Entonces, cuando Claudia viene a integrarse al proceso, nos dice que ya hemos escrito muchísimo, y es con el apoyo de ella que empezamos a depurar el texto que comienza a ser integrado a los movimientos, a los acompañamientos audiovisuales, porque esta es una pieza multidisciplinaria. 

Comentas que la obra nace en la pandemia. Se trata de un mundo distópico no muy lejano, donde además escasea el agua. Es como un retrato de esa experiencia un tanto paranoica. ¿Hay alguna enseñanza específica detrás de eso?

Sí, definitivamente hay una experiencia que nos acompañaba, la memoria de la vida antes de la pandemia y lo que en ese momento parecía ser el futuro: distancia entre las personas, soledad, miedos, recuerdos… Cuando empezamos a explorar no sólo qué nos hacía sentir este deseo y estos momentos, con tanta música y baile, también comenzamos a vincularlo con el mundo vital del agua. Hablábamos de cómo el agua es movimiento constante. 

Yo estaba iniciando un proceso de acercamiento a la danza y la terapia en agua, y empezamos a hablar más profundamente sobre los guardianes de las aguas y las áreas naturales en Guatemala. Mis compañeras también habían tenido procesos de acercamiento con comunidades que han perdido su cercanía con el agua debido a las industrias, las mineras y el robo de recursos naturales. 

Al enlazar este tema, nos dimos cuenta de la lucha para que las cosas no sigan separándonos, no sigan haciéndonos sentir que vivimos en soledad en este mundo, y que la lucha por el agua es una realidad. También estaba ocurriendo la lucha por la vida en movimiento y la vida en comunidad. Esa es una enseñanza que nos propone la búsqueda de este proceso creativo: cómo nos vinculamos con tantas otras personas que están en la lucha por sus territorios y sus necesidades básicas. El futuro no está tan lejos, y es cómo abordemos el presente lo que va a cambiar los escenarios posibles. 

Tonibelle Che es "Tripti"..

¿Quiénes son estos personajes y cuál es su personalidad y su función dentro de la obra? 

Tripti es la shamana y maestra herbolaria. Ella es parca, algo impaciente con sus compañeras, pero confiable. Ella conduce el ritual y la toma de medicinas utilizando plantas medicinales. Tripti cuida el conocimiento oculto en nuestros cuerpos, sabe navegar el inframundo y trae la medicina a través del movimiento y las plantas. Su función dentro de la obra es alquímica, transmuta la enfermedad en posibilidad de reintegración. Su símbolo es el corazón. 

Salamandra es fármaco-loca, organizadora de raves clandestinos, la pragmática y cínica del grupo. Ella está pendiente del testeo de las muestras de agua y es quien mantiene el ritmo y objetivo de la misión. Cuida el conocimiento de la música y de la parte mística de los raves. Su función dentro de la obra es mental, ella es el cerebro y cabeza de la misión. Su símbolo es la cabeza o el intelecto. 

Kaisa es la más joven. Tiene una conexión con los animales y la naturaleza. Es la más ingenua y novata. Ella trae a la obra el elemento humano, la esperanza, la fascinación de la juventud. Dispersa, un poco descuidada y con poca capacidad para pensar en las consecuencias, ella genera el conflicto central de la obra. Gracias a su inexperiencia y sus riesgos, genera para todas una situación de movilización, crecimiento y aprendizaje. Su símbolo es el cuerpo. 

Cuerpo, cabeza y corazón accionan al unísono para girar la rueda de la fortuna y encontrar la fuerza que permita iniciar un nuevo ciclo, una nueva forma de existir más en sintonía con la naturaleza. 

¿Qué emociones o reflexiones desean suscitar ante su público? 

Tal vez lo primero que quisiéramos lograr es generar cierta curiosidad psicológica, relacionada con la conexión indisoluble entre mente y cuerpo, así como el efecto que tienen la naturaleza, la música, el movimiento y la colectividad en la construcción del bienestar.  

Creo que sería hermoso que también el público se identificara con algún aspecto de la crisis que vive el grupo y que encontrara esperanza o inspiración en la forma en que este grupo de mujeres aborda este evento adverso. 

Por último, quisiéramos que al final de la obra la gente se fuera con un poco más de esperanza y habiendo disfrutado del movimiento, la música y el encuentro propiciado.  

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