Tras una larga estadía de dos años y once meses en el Museo Metropolitano de Nueva York, la estela número 24 del sitio arqueológico Naranjo Sa’al, una representación de Wak Chanil Ajaw, la “Señora 6 Cielo”, regresó oficialmente a su hogar en el Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala.
Naranjo-Sa’al es una antigua capital maya de gran importancia. Ubicada al noreste de Petén, este extenso reino abarcaba aproximadamente 90 kilómetros cuadrados. Su núcleo urbano de tres kilómetros cuadrados alberga 112 edificaciones. En un radio de cinco kilómetros desde la ciudad, arqueólogos han identificado los restos de otras 2,100 estructuras, que incluyen viviendas, templos menores y talleres artesanales. Hasta hace poco, no se sabía mucho sobre los orígenes y la evolución de esta magnífica ciudad maya, pero los estudios recientes han comenzado a revelar su fascinante historia.
Fue en ese importante sitio donde se encontró la estela que representa a la Señora 6 Cielo. Su legado portentoso y divino quedó registrado en una roca grabada de 2,680 libras, 190 cm de alto, 88 cm de ancho, 29 cm de grosor, conocida por los arqueólogos como la Estela 24 de Naranjo-Sa’al.
Wak Chanil Ajaw, o Señora 6 Cielo, fue una importante mujer que gobernó de manera no-oficial en Naranjo-Sa’al. Su entronización en el poder en el año 682 d.C se debió a una política de alianza entre la ciudad de Dos Pilas y la de Calakmul, localizadas en el Petén de la actualidad. La tarea de Wak Chanil Ajaw fue consolidar un nuevo linaje dinástico en Naranjo Sa’al fiel a los señores de Calakmul.
La estela 24 registra esta historia y nos da una idea del poder real que logró ostentar este personaje femenino. Este es un elemento relevante en la historia de los antiguos mayas: el papel de las mujeres en esta antigua civilización.
Como indicó la ministra de Cultura y Deportes, Liwy Grazioso, durante el acto protocolario y conferencia de prensa que dio la bienvenida a la estela número 24 al MUNAE: «No sólo representa una pieza escultórica con una riqueza material y técnica, sino también el legado de nuestros ancestros». Este retorno propone la posibilidad de valorar este legado, siendo Guatemala un país que alberga una cantidad inmensurable de tesoros de la civilización maya.


La Estela 24 estuvo expuesta todo este tiempo en el Museo Metropolitano de Nueva York gracias a un convenio suscrito con la administración del Ministerio de Cultura y Deportes. Su devolución a la jurisdicción guatemalteca plantea una responsabilidad histórica a nuestra soberanía sobre el patrimonio cultural de este país.
Es de singular importancia el tratamiento reverencial que el ministerio ha otorgado a la devolución de este tesoro arqueológico: el día de ayer, 13 Imox —número muy importante en el calendario maya— se ofició una ceremonia maya en honor a este evento.
El acto protocolario del regreso de la estela al museo contó con la intervención de la arqueóloga Vilma Fialko, quien ha dedicado toda una vida al conocimiento académico del pasado prehispánico. Fialko dio una cátedra esencial de la historia sui generis de Wak Chanil Ajaw, quien, además de gobernar tras el trono de su hijo K’ahk’ Tiliw Chan Chaak, “Ardilla Humeante”, el niño rey del sagrado reino de Naranjo Sa’al, también es considerada una suerte de diosa terrenal de la Luna, según atestiguan los epigrafistas estudiosos de la Estela 24.
La eminente arqueóloga explicó a los asistentes cómo la entronización de la Señora 6 Cielo fue acompañada de una ceremonia de autosacrificio donde ofrendó su sangre. Esta fascinante historia, por supuesto, está inscrita en la Estela 24, donde puede observarse a Wak Chanil Ajaw acompañada con la parafernalia propia de este ritual sagrado.
En la estela también podemos observar cómo la Señora 6 Cielo aparece vestida con un calzado militar propio de los gobernantes guerreros de la antigüedad maya. Así mismo, puede verse, bajo los pies de esta Diosa de la Luna, un rey enemigo cautivo en una evidente demostración del poder militar de esta gobernante tras bambalinas.
Como mencionó la ministra Grazioso, las hazañas de este personaje femenino podrían llenar un libro entero. Esta tarea queda pendiente para curiosos y especialistas. Mientras tanto, las puertas del MUNAE están abiertas para nacionales y extranjeros que deseen explorar la rica historia de nuestro país.







