Quién es Kevin Mérida
Este joven artista visual de melena indómita no necesita más presentación que su obra, evidentemente especializada en el retrato figurativo de la anatomía de nuestra especie.
Lo conocí hace unos años cuando el joven Mérida estudiaba Antropología en la Universidad de San Carlos. Afable y platicador, nunca imaginé sus talentos en la plástica. Dijo que era egresado de la gloriosa Escuela Nacional de Artes Plásticas “Rafael Rodríguez Padilla”, pero evitó contar que desde 2012 había expuesto en diversas galerías de Guatemala. Hasta la fecha, también ha logrado exponer sus trabajos en Italia y El Salvador. Tal vez por eso desconfío de quienes se presentan a sí mismos con el currículum vitae bajo el brazo y el carnet de artista pegado a la frente. El verdadero arte no necesita demasiadas credenciales y el talento se reconoce más en las pinceladas del pintor que en su labia autorreferencial.
Sirva esta nota, no obstante, para acercar a los interesados del arte al trabajo de Kevin Mérida. Su obra forma parte de colecciones públicas en la pinacoteca Roque Dalton de la Universidad de El Salvador y en el Museo de la Universidad del Istmo. Como suele pasar, muchas de sus piezas forman parte de colecciones privadas, infelizmente negadas al público ordinario y a la democracia del arte.
En cuanto a su formación, ya dijimos que es egresado de la gloriosa, pero también estudió pintura avanzada y arte contemporáneo en la Escuela Municipal de Arte, y fotografía en La Fototeca, además de recibir distintos talleres y seminarios con reconocidos artistas locales.
Sus días malos y buenos transcurren hoy en el Centro Histórico de esta metrópolis periférica, pero en realidad creció en el municipio de San Pedro Ayampuc, Guatemala. Sobre su adolescencia y motivación para volverse artista, Mérida nos narra:
De adolescente, dibujaba caricaturas por diversión en mis cuadernos y me fui dando cuenta de que tenía habilidades para el dibujo, pero no tenía ni la menor idea del mundo del arte, la educación que recibía era muy precaria en materia artística. A los 16 años, ingreso al Conservatorio Nacional de Música, los sábados, porque mi primera intención, antes que la pintura, era la música, con una búsqueda religiosa.
Allí llevé un curso de historia de la música, donde aprendí acerca del arte de una manera más formal; además, estar en ese recinto me transformó la percepción de lo artístico. Luego empecé algunas clases de paisaje en acuarela en el Cerrito del Carmen, también algunos Cursos Libres de figura humana en la Usac.
A partir de ahí, decidí que quería seguir pintando y entonces ya más enterado del medio, quise ir a la Escuela Nacional de Artes Plásticas, donde años después ingresé, a los 19 años, y es donde me voy formando en las artes visuales.
En su eterna búsqueda de sentido el artista hace de la experiencia social un punto de partida:
Mi trabajo parte de la reflexión acerca del punto en el que la sensibilidad y la resistencia se contraponen a la cotidianidad hostil de mi entorno. Muchas de mis reflexiones sociohistóricas las tomo desde la perspectiva del presente. En cuanto al medio, uso el dibujo, la pintura, el grabado, la fotografía documental y la instalación.
En el caso de la obra de Kevin Mérida expuesta en el “Mariano Peraza”, esta está reunida en dos colecciones del Taller Nacional de Grabados en Acero. La primera es la carpeta edición No.4 en conmemoración a los 80 años de la Revolución de Octubre del ’44 en la que fueron invitados 11 artistas a participar con un grabado. La siguiente es una carpeta de grabados en homenaje a los 125 años del nacimiento de Miguel Ángel Asturias y los 50 de su fallecimiento, en esta colección cada artista retoma una obra de Asturias y recrea una pieza a partir de la misma. Sobre su colaboración en esta última, nos comparte:
Está obra la creé a partir de la novela de Torotumbo y al fondo está un retrato de Miguel Ángel Asturias. Esa es una placa de grabado de 1968, un año después de que le entregan el Nobel, y pertenece al Taller Nacional de Grabados en Acero. Ese retrato se utilizó para un sello postal conmemorativo y, luego de ese primer tiraje oficial —pues claramente fue anulada la placa—, es hasta ahora que fue reimpresa con el debido permiso; por eso se observan algunas imperfecciones que le dan un carácter muy interesante. Luego, sobre ese retrato hago una interpretación de la obra de Asturias con una placa de cobre en agua fuerte y agua tinta [técnicas de grabado en metal].
Es importante acotar que tanto el grabado de Mérida, como de los otros artistas partícipes de la carpeta conmemorativa de Asturias, son acompañados de textos del poeta guatemalteco Otoniel Martínez.
El otro grabado, parte de la carpeta conmemorativa de la Revolución de Octubre, consiste en una reflexión histórica a partir de la selección de tres imágenes extraídas de fuentes hemerográficas que representan momentos clave de la Revolución de Octubre de 1944. La primera imagen es una fotografía de la portada de un periódico del 20 de octubre de 1944, destacando la participación juvenil armada. La segunda imagen muestra una valla publicitaria de la Reforma Agraria, el proyecto más visionario e importante del período revolucionario, que desestabilizó el status quo y llevó a las antiguas alianzas político-económicas nacionales y extranjeras a apoyar el proyecto contrarrevolucionario que derrocaría a Jacobo Árbenz, el segundo presidente de la Revolución, representado en la tercera imagen.
Estas imágenes fueron grabadas en una placa de cobre y estampadas artesanalmente sobre una impresión digital del sello postal que conmemora la promulgación del Código de Trabajo en 1947. La estampilla fue diseñada y grabada por Arnoldo Chavarry en el Taller Nacional de Grabados en Acero.
El Museo del Grabado en Acero “Mariano Peraza”
Pertenece a una dirección del Ministerio de Finanzas que físicamente está afuera del edificio, el Taller Nacional de Grabados en Acero. El museo exhibe una pequeña muestra del acervo histórico del taller, acumulado a lo largo de 83 años de existencia.
Se creó en 1941, cuando Finanzas Públicas era la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, con la finalidad de producir las especies fiscales y postales como medio de recaudación del Estado. Se establece en la Tipografía Nacional, pero perteneciendo desde su creación a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Durante quince años permanece en la Tipografía Nacional y, de hecho, la primera plantilla de trabajadores del taller viene de las filas de la Tipografía Nacional, por ser gente experimentada en el oficio de imprenta.
La encargada del museo, Isabel Aguirre, nos comparte que el director de la Tipografía en aquel entonces fue quien supervisó el trabajo del taller, ya que estaba conformado por gente calificada en ese ramo, aunque, de hecho, se iban a implementar nuevas técnicas, el grabado en acero y el estampado, procesos que garantizan de mejor manera la autenticidad de los documentos. «Para ello contrataron a un experto norteamericano que vino a capacitar a los trabajadores en el campo del grabado y el estampado, logrando resultados bastante rápido: empiezan las pruebas en enero del 41 y en agosto del mismo año se tiene la primera hoja de papel sellado, para uso en aquel momento de la Dirección de Rentas Internas, que era la que recaudaba los impuestos», explica Isabel.
El primer sello postal lo emite Correos, porque el taller es el productor mas no el propietario de las especies. En el caso de las especies fiscales, eran de Rentas Internas (la ahora SAT), en caso de las especies postales, eran de Correos y Teléfonos. El primer sello postal se emite el 3 de junio de 1942; todo el trabajo fue hecho en el taller, el primer sello hecho localmente: diseñado, grabado y estampado en Guatemala. Antes de producirse en el país, tanto las especies fiscales como postales se elaboraban en Europa y en Estados Unidos. «Entonces, la idea era abaratar los costos y que la producción fuese mucho más rápida, porque se tardaba mucho el traslado, los costos eran altos. De esa cuenta nace el Taller nacional de Grabados en Acero. El museo se llama “Mariano Peraza”, porque él fue el primer jefe del taller, por 24 años; era un trabajador que venía de la Tipografía Nacional», explica Isabel Aguirre, encargada del museo.
El museo exhibe algunos bienes de valor histórico del Taller de Grabado en Acero: rodos de acero, planchas de acero, fotografías, hojas de papel sellado, pliegos de sellos postales, maquinaria, y dibujos originales —punto de partida para la elaboración de cualquier especie, fiscal o postal—.«Tenemos dos salas de exhibiciones temporales, en las cuales ahora se exhibe en una la carpeta artística conmemorativa del 80 aniversario de la Revolución de 1944, y en otra la carpeta artística conmemorativa del 125 años del nacimiento de Miguel Ángel Asturias», menciona Isabel.
Estas exhibiciones temporales estarán a disponibilidad del público el resto del año. El horario de atención del museo es de lunes a viernes, de 8:00 a 15:30 horas.