Dos bibliotecólogos especialistas recibieron este distinguido galardón por su labor y compromiso con la literatura
El Salón Landivar de la Biblioteca Nacional de Guatemala «Luis Cardoza y Aragón» fue el escenario para tan esperada ceremonia: la entrega de la Medalla de Honor al Mérito Popol Wuj. Esta vez fue otorgada a los licenciados en Bibliotecología Glin Chénier Oliva Tobar y Miriam Maribel De la Roca Cruz. Este fallo de los integrantes del jurado calificador fue dado a conocer por medio del Acta Administrativa número 2-2024 y el Acuerdo Ministerial 1018-2019.
La mesa principal estuvo integrada por Ilonka Matute, directora de la Biblioteca Nacional «Luis Cardoza y Aragón», la ministra de Cultura y Deporte Liwy Grazioso, los bibliotecarios galardonados Glin Chenier Oliva Tobar y Miriam Maribel De la Roca Cruz.
«Me siento muy honrada de tener a la señora de la Roca Cruz y al señor Oliva Tobar entre los guatemaltecos distinguidos. Me llena de orgullo saber que tenemos a estos grandes talentos entre nosotros. Se me ha conferido el honor de dar estas medallas de honor al mérito que llevan el nombre de uno de los libros profundamente espirituales y simbólicos de nuestra civilización ancestral, como lo es el Popol Vuh. Y por el otro lado, lo reciben bibliotecólogos cuya labor es fundamental para la preservación y difusión de la cultura. Son los guardianes del conocimiento, custodios de la memoria colectiva y facilitadores del acceso a la información. Hoy reconocemos y celebramos la labor de aquellos bibliotecólogos que han mostrado una dedicación y un compromiso excepcionales, con la preservación y la difusión de la cultura. Quienes han inspirado a otros con su pasión y amor por su trabajo y reciben justo reconocimiento y gratitud», expresó la ministra de Cultura y Deportes, al anunciar a los galardonados.

Sobre los ganadores
Este año se entrega doble galardón, dado que la medalla no pudo ser entregada en el 2019 a la licenciada Miriam Maribel De la Roca Cruz, experta en el sistema de gestión de bibliotecas Koha. La licenciada Roca Cruz ha trabajado con una proyección social en docencia, investigación, catalogación de bibliotecas, conferencias y en la capacitación de bibliotecarios. Además, ha contribuido como socia en la Asociación Bibliotecológica de Guatemala (ABG).
«Me siento muy emocionada y sumamente agradecida con el Ministerio de Cultura y Deportes por reconocer al gremio bibliotecológico a través de esta distinción. Estoy honrada y agradecida por recibir esta distinción. Comparto con mi familia esta satisfacción, me siento super alegre y agradecida con esta administración. Expreso mis felicitaciones también a mis colegas que hacen mucho por aportar a este gremio. ¡Muchas gracias!», expresó la ganadora.

El ganador del 2024 es Glin Chenier Oliva Tobar, nacido en Salamá, Baja Verapaz, Guatemala. Sus escritos han sido publicados de manera impresa en periódicos y revistas. Colaboró en Prensa Libre con la creación del fascículo infantil «El Universo de Leo» y ha sido acreedor de los Juegos Florales de Siquinalá, Escuintla. Los temas de sus obras giran en torno al relato y el cuento. Ha publicado dos libros: Diez y once y Once historias cortas.
«Agradezco al Ministerio de Cultura y Deportes y siempre estaré agradecido con la Universidad San Carlos de Guatemala, no sólo por formarme profesionalmente, sino que además me ha permitido servir a la comunidad. Agradezco a la Asociación de Bibliotecarios de Guatemala por haber notado mi trabajo. Recibir este galardón es un honor que me llena de gratitud y me hace recordar la importancia de las bibliotecas, especialmente en los espacios rurales de nuestro país, que sirven como desarrollo personal para todos. Comparto esta felicidad con la comunidad bajaverapacense. Muchas gracias», declaró el ganador.

Ser un bibliotecario es…
«Este premio es una forma de reivindicar nuestra profesión, de darnos a conocer y que se vea con dignidad nuestro trabajo. Concebimos la biblioteca como uno de los espacios públicos más democráticos que existen. El apostar a la biblioteca es apostar al desarrollo», explica Ilonka Matute, directora de la Biblioteca Nacional Luis Cardoza y Aragón.
Matute recibió la Medalla de Honor al Mérito Popol Wuj en 2010 y reconoce que un bibliotecario que sea postulado dentro de esta convocatoria debe «haber trascendido dentro de su profesión con productos que sean importantes para el país, la profesión, la educación y la cultura».










