Artistas guatemaltecos llevan su talento a Taiwán

Últimamente Guatemala ha estado en la boca de muchas personas alrededor del mundo. Paralelo a sus grandes logros deportivos, se desarrolla una escena artística movida por artistas nacionales consagrados y otros, en pleno despegue.

Entre ellos destacan Guillermo Cantón y María Inés Lacayo Henry, mejor conocida como Milah, quienes participarán en la exposición “Nuestro Segundo Hogar” en Taipéi, Taiwán. La muestra “Nuestro Segundo Hogar” se realizará en el Salón Conmemorativo Nacional de Chiang Kai-shek del 2 al 11 de agosto y ha sido organizada por la arquitecta y curadora de arte guatemalteca Alejandra Sánchez Mack.

Además de Milah y Guillermo Cantón que representan a Guatemala, la exposición “Nuestro Segundo Hogar” contará también con obras de artistas de México, Belice, San Vicente y las Granadinas.

Los artistas nacionales…

Guillermo tiene 29 años y seis años de carrera, describe su estilo como “geométrico abstracto” y lo expresa por medio de texturas y colores para evocar la sensibilidad en el espectador. Tendrá cinco piezas expuestas en Taiwán y comparte que, para él, la utilización de colores y texturas reflejan las experiencias comunes entre seres humanos.

“Me siento muy feliz porque tanto en Asia, como en otros continentes en los que he expuesto mi obra, son lugares en donde a pesar de la rica cultura que tienen, el arte está creciendo y qué mejor manera de representar a Guatemala que a través de estas exposiciones y darle una nueva cara al país. Que Guatemala sea reconocida no solo por los paisajes y su colorido cultural sino también por el colorido de la creatividad y la pasión que expresa el arte”, declara el artista.

Milah es una artista autodidacta, domina un estilo colorido y abstracto único, que lleva a plataformas tan pequeñas como cuadros de mesa, hasta murales en varios lugares de Guatemala y el mundo. Lleva 12 años de carrera y ya se le han abierto puertas para hacer residencias, exposiciones, instalaciones, esculturas y pinturas en países como Alemania, Arabia Saudita, Alemania, entre otros.

“La esencia de lo que yo hago tiene un impacto hacia la vista y la mente porque son bastantes los colores que logro unificar y lo puedo describir como colorido, divertido, juguetón con muchas formas, símbolos, significados y bastante propuesta por detrás en cada una de las obras, no hay dos iguales. Yo no tenía planificado en mi vida ser artista, me fui desarrollando y buscando poco a poco qué era lo que yo quería, hasta que me topé con un lapicero y una servilleta y allí comienza Milah a pintar y hacer garabatos. Mis compañeros dicen que, durante el colegio, tenía los cuadernos de todos mis amigos rallados y siempre estaba dibujando, y yo la verdad casi no lo recuerdo”, expresa Milah, acerca de su estilo y sus inicios orgánicos en el arte.

En Taiwán, Milah realizó una instalación de seis piezas que forman una obra completa, con el fin de diversificar su obra, pasando de una sola pieza, a piezas compuestas, jugando con el 3D, a hacer formas diferentes, entre otras técnicas. La artista se siente orgullosa y bendecida de formar parte de esta muestra y agradece el apoyo de su familia y amigos que han estado a su lado desde el inicio de su carrera.

Ambos artistas coinciden en la conexión humana que genera el arte y la manera en que, sin forzarlo, se ha dado en sus vidas y ahora representa su mayor pasión y bendición.